Salburua etxea

Cuando nos llamaron para llevar a cabo este proyecto y visitamos por primera vez esta vivienda en Salburua, nos sorprendió el increíble potencial que presentaba la casa, tanto porque sus espacios abiertos nos permitían mucho juego a la hora de su distribución, como por la orientación y altura al a que se ubicaba la vivienda, situada en una de las famosas torres de Bulevar de Salburua! Nuestro reto consistió en convertir de nuevo una casa totalmente oscura, desordenada y con malas soluciones de almacenamiento en un espacio que invite a la calma, con un diseño actual, cuidado y contemporáneo!

El principal objetivo fue re conectar todos los espacios conservando el suelo existente, y jugando con una exquisita distribución de su cocina, elemento al que sacar el máximo provecho por sus reducidas dimensiones. Quisimos incorporarla como un elemento más de el salón y por eso su frente lo hicimos en madera, logrando, así, domesticar ese espacio, añadiendo un biombo muy versátil para guardar, por una cara, sus utensilios, y haciendo, las veces también de recibidor por la otra.

El tono que nos dio color a todos los espacios de la casa fue el azul oscuro, apareciendo en los textiles del sofá, decoración, ropa de cama, inclusive en la ropa de baño, siempre combinado con texturas beige, blancas o de fibras naturales para no olvidar, que el objetivo principal de la casa ha sido potenciar la entrada de luz, y amplificar la sensación de «slow life».

El salón, con salida a una terraza panorámica, nos permite poder ver el skyline de Vitoria sin movernos del sofá, y no perder esa vista al exterior en todo el espacio del comedor y cocina.

Por otro lado, en la zona de noche, el dormitorio principal, con baño incorporado, se pensó para que fuera un espacio minimalista, limpio y sin nada superfluo, un espacio dónde llegar y poner la mente en blanco. Para ello, los elementos principales se hicieron a medida con todo lujo de detalles para unificar funciones: un cabecero XXL en el que se integraban unas mesitas de noche flotantes y una estantería que se convertía, a su vez, en armario.

El baño fue uno de los espacios que también sufrió un gran cambio al ampliar el espacio de ducha, renovar griferías, revestir las paredes en un tono gris claro y liso, aportando textura en la ducha con una baldosa mural blanca dónde su efecto martelé nos daba ese efecto de baño árabe relajante.